jueves, 29 de octubre de 2015

La habilidad de alcanzar e influir en el subconsciente es una cuestión de hábito y todo hábito se basa en la disciplina. La disciplina mental es la primera ley de la vida. Lo fácil es adoptar la postura cómoda: dejarse llevar en función del viento (circunstancias) que sopla en cada momento. Tu mayor enemigo es tu pereza mental, tu falta de voluntad. Si no te haces cargo de tu mente, tu mente se hace cargo de ti.

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