jueves, 27 de junio de 2013

No se trata de ser bueno sino de ser un referente

http://www.franciscoalcaide.com/2013/06/no-se-trata-de-ser-bueno-sino-de-ser-un.html 
Gente buena de cualquier cosa hay mucha; gente que sea referente en algo muy poca.

Hay mucha gente buena en RRHH, Inteligencia Emocional, Coaching, Bolsa y Mercados Financieros... Pero pocos, muy pocos que sean referentes en cada una de esas actividades. Hay mucho de todo, pero escasos a los que se les reconoce como referentes.

La diferencia entre ser bueno en algo y ser un referente es casi la misma que existe entre el cielo y el infierno: abismal en la facturación. Y es así porque como se recoge en Aprendiendo de los mejores con palabras de Seth Godin (@thisissethsblog), autor de El engaño de Ícaro: «Los ganadores triunfan a lo grande porque al mercado le encantan los ganadores». Por mi parte escribo en el libro:
«Sí, al mercado le encanta identificarse con los mejores: con los más guapos, con los más innovadores, con los que más venden, con los más premiados, con los más algo. Al público le encanta sentirse cerca de aquellos que ocupan las butacas de primera fila de cualquier industria. Vincularse emocionalmente a lo que tiene buena fama. Sí, la buena fama vende. Se produce a menudo un efecto ‘bola de nieve’ que suele tener beneficios exponenciales en la cuenta de resultados».
Algunos ejemplos concretos de referentes:

– Hay mucha gente que sabe de divulgación científica... pero Eduardo Punset es un referente.
– Hay mucha gente que sabe de finanzas... pero Warren Buffet es un referente.
– Hay mucha gente que sabe de libertad financiera... pero Robert Kiyosaki es un referente.
– Hay mucha gente que sabe de desarrollo personal... pero Anthony Robbins es un referente.
– Hay muchas gente que sabe de marketing... pero Seth Godin es un referente.
– ...
¿Cuáles son las claves para ser un referente?

Te apunto sólo algunas breves ideas que deben coserse e hilvanarse todas ellas oportunamente para que el impacto sea el adecuado:
1. FOCO. La dispersión es siempre cómplice de la mediocridad. La diferencia entre un amateur y un experto es el Foco. Son personas que han decidido dedicarse intensamente a algo. Y cuando más especializado, mejor; evidentemente, siempre que exista suficiente mercado para que esa especialización sea rentable. Robert Kiyosaki (@therealkiyosaki) siempre lo dice: «Si quieres tener éxito, tienes que aprender a enfocarte».

2. DIFERENCIACIÓN. Si ves lo que todo el mundo ve; si dices lo que todo el mundo dice; si ofreces lo que todo el mundo ofrece, estarás en el pelotón y nunca en posición de cabeza. Lo que te hace diferente, te hace único y especial, ponlo en valor.  Lo esencial de cada persona es su singularidad. Como señala Tom Peters (@tom_peters): «Si tu trabajo no es especial no te harás notar, por mucho que te apliques a él. Tampoco te pagarán mucho». Éxito siempre es sinónimo de diferenciación.

3. ESTUDIO. Son gente que está actualizada al cien por cien en su área de expertise. No bajan la guardia jamás y están alerta a todo lo que ocurre en su industria. Tienes que saberlo todo sobre lo tuyo. Lo hemos dicho muchas veces, y así se recoge en Aprendiendo de los mejoresSé tan bueno en lo tuyo que los demás no puedan ignorarte. Cuando hables delante de un cliente, de un audiencia o de quien sea, que los demás digan: ‘Este  tí@ sabe mucho’.

4. CALIDAD. Han hecho de la excelencia una forma de vida. No se limitan a cumplir. La gente referente es aquella que excede las fronteras técnicas o formales de su trabajo. Como dice David. J. Schwartz en su excelente libro La magia de pensar en grande: «No hay tanta competencia en los niveles de excelencia; la competencia la hay en los niveles de mediocridad». Hacer tu trabajo con excelencia es un regalo que te das a ti mismo.

5. CONSISTENCIA. La marca personal no se construye con un éxito puntual, sino a través de la coherencia en el tiempo. Como dice Paulo Coelho (@paulocoelho): «Hasta un reloj parado da la hora correcta dos veces al día». Para ser un referente, lo tienes que ser de manera sistemática y constante. Además, el mercado en cuanto te descuidas, te olvida. Vales tanto como tu último proyecto.

6. PRESENCIA. Lo que no se conoce, no existe. Así de claro. Son gente que sabe dejarse ver donde tienen que ser vistos. No se trata de estar en muchos sitios sino en los adecuados. La gente quiere ver que existe coherencia entre lo que se predica y hace. En el mundo 1.0 se vive en directo y no admite el play-back del 2.0. Escribir de inteligencia emocional no es complicado, ser emocionalmente inteligente es otra cosa. Lo mismo con el resto de cosas. Una cosa es decir y otra hacer. La credibilidad se la gana uno en el mundo real no en el virtual.

7. VIRALIZACIÓN. La red es importante por una sencilla razón: permite la viralización de contenidos. Hay gente muy buena que no tiene presencia 2.0, y por tanto se resta oportunidades de impactar. Una conferencia en versión 1.0, llega a 300 personas, si esa conferencia se cuelga de un blog, de twitter o de RRSS puede llegar a miles de individuos.

8. MEDIOS DE COMUNICACIÓN. Ser un referente implica aparecer en los medios, porque los medios de comunicación siempre quieren tener en sus páginas físicas o digitales a los mejores. Entrevistas, reseñas, reportajes... aumentan tu credibilidad. Además, tienen un efecto multiplicador de impacto tremendo. El que más impacta, desde luego, sigue siendo la televisión. Aparecer ahí aumenta tu caché.

9. NETWORKING. Los negocios son personas, y con individualidades no se llega a ningún lado. Es muy difícil que te vayan bien las cosas si no mantienes buenas relaciones y estás en contacto con la gente. Te recomiendo leer El poder de las relaciones de John C. Maxwell. Y a la hora de relacionarte no bases tus relaciones de inicio en ‘qué puedo sacar del otro’. Para ser interesante, interésate por los demás. Como dice Robin S. Sharma (@_robin_sharma): «Cuando pienses más en otros que en ti mismo, mucha gente empezará a pensar en ti».
10. INTEGRIDAD. Si no juegas limpio, el mercado acabará penalizándote. Siempre existen tentaciones para coger la vía del atajo rápido, saltarse los compromisos y acuerdos (muchos verbales), o las lealtades personales. El cortoplacismo es peligroso. Una vez Ferrán Adriá me decía: «La ambición sin paciencia es peligrosa». No lo tomes como un tema menor. Los negocios se fundamentan en la confianza, y cuando la confianza se traiciona casi siempre es para siempre.

En definitiva, ¿qué significa ser un referente? Tener una sólida marca personal, que tiene que ver con el valor que aportas (contenido) y con tu visibilidad (impacto). ¿Y para qué sirve? Como apunta Andrés Pérez Ortega (@marcapersonal), autor de Te van a oír: «Para ser recordado, ser tenido en cuenta, ser opción preferente y finalmente ser elegido». Y es que como señalaba Philip Kotler: If you are not a brand, you are a commodity.

* Os dejo un extenso Reportaje–Entrevista en ABC que me hizo la periodista Inma Zamora (@inmazamora) sobre Aprendiendo de los mejores.

* En Libros de Management (@librosdemanagem) puedes ver una Entrevista a Juanma Roca, autor de El arte de la guerra hoy.

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