domingo, 18 de marzo de 2012

DE LA CREENCIA AL DESTINO

Se ha dicho: En lo que piensas en eso te conviertes. En la dimensión espiritual el negativo atrae el negativo, el positivo atrae el positivo.  Con base en esta ley, decide tu destino. Los pensamientos dependen del estado mental, la consciencia y el tipo de creencias que se tienen.  Así pues, decídete a replantear tus paradigmas actuales, observándolos desde una perspectiva mucho más amplia y principalmente, aprende a pensar positivamente.  El pensamiento positivo te garantiza la experiencia de sentimientos positivos que se traducirán en acciones elevadas.  Tus pensamientos te llevan a tu destino.
La “Profecía auto-cumplida”  nos dice que si creemos que no merecemos ser felices, esta creencia nos conducirá a crear una sensación, un estado que nos impulsará a actuar de un modo que nos alejará de la felicidad, puesto que siempre encontraremos alguna justificación para no ser felices.   Las creencias son valores sociales. Son motivos sumamente importantes puesto que condicionan la conducta humana. Es esencial que cuestiones tus creencias para que veas que no estén empañando tus decisiones con prejuicios y condicionamientos negativos. Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, ¡tienes razón!    
Los comportamientos más comunes están basados en los llamados complejos de superioridad (yo soy mejor, los demás son incompetentes) o de inferioridad (yo soy débil, no tengo valor, soy incapaz). Estos son resultado de una visión y actitud distorsionada que genera sentimientos y emociones conflictivas. El resultado final serán acciones corruptas y hábitos enfermizos que arruinan el carácter y frustran el destino.
El auto-respeto es el resultado final de un correcto equilibrio interno.  Auto-respeto significa no dar ni aceptar sufrimiento. Es ejercer la libertad interior para elegir aquello que es noble y sano para todos.  Significa estar consciente de la propia dignidad y grandeza. Quien se auto-respeta creerá lo mejor de sí mismo y tendrá autoconfianza.  Por lo tanto, nunca quedará atrapado en hábitos negativos.  El que se auto-respeta solo actuará de acuerdo a su meta elevada.  No se distraerá en escenas laterales.  Con su mente dará poder a los demás, con sus palabras los hará ricos de conocimiento espiritual y con sus acciones hará la donación de las virtudes.  La autoimagen que tengas de ti, la consciencia de a quién perteneces como ser espiritual y tus acciones elevadas determinan tu auto-respeto.
Sin auto-respeto, cuando los resultados no son buenos, suceden dos cosas: las reacciones no son positivas y se refuerza la creencia errónea; entonces el ciclo negativo se repite. El proceso para reformar la creencia errónea: Entendimiento - Aceptación - actitud - Pensamientos - Visión - Elección - Cambio - Creencia. Todo este proceso puede volverse positivo a través de la meditación.

Entre todo este proceso juega un papel esencial la humildad, entendida como la sabiduría y fuerza interior que se expresa con dignidad. La búsqueda de sentido y el significado no se debe confundir con las ambiciones personales para el éxito mundano. Alcanzar el propósito de la vida sólo puede lograrse mediante el conocimiento de lo que somos y convertirnos en lo que estamos destinados a ser.

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