martes, 20 de septiembre de 2011

No es lo que dices, es lo que haces

http://www.franciscoalcaide.com/2011/09/no-es-lo-que-dices-es-lo-que-haces.html

El cine, como hemos dicho muchas veces (ver etiqueta Cine y management), es una aula de la que se pueden extraer lecciones de gran utilidad para la vida y la empresa (ver libros: Management a través del cine, Dirige de cine o La empresa en el cine: 70 películas para la formación empresarial).

En la magnífica película, Una historia del Bronx (debut de Robert de Niro como director), Lorenzo es un humilde conductor de autobuses que se gana la vida con muchas horas de trabajo. Su hijo, Calogero, frecuenta compañías no muy recomendables, la de los mafiosos del barrio, con Sony a la cabeza. Harto de ello va a hablar con el matón para que deje al chico en paz porque no es buen ejemplo. Sony se defiende diciéndole que no le está metiendo al chico ninguna idea mala en la cabeza. Entonces Lorenzo le responde de manera contundente:

- No es lo que dices, es lo que él ve: trajes caros, coches, dinero, el ambiente....

Y es que "no se puede predicar austeridad y luego ir a hoteles de cinco estrellas", como me decía un consultor amigo. Así es. Sin embargo, ocurre muy a menudo a todo lo contrario. El gap entre discurso y realidad a veces están a años luz. Un día le preguntaba a nuestra amiga Pilar Jericó (@pilarjerico) qué era lo que más echaba de menos en la sociedad. Y me contestaba: "Más coherencia entre lo que se dice y hace".

En mi último libro Fast Good Management (@fastgoodmanagem) se recoge las palabras del Dr. House: "Es fácil creer en algo y no estar a la altura de tus creencias. O las de Dino Segre: "Ser hombre es ya por sí mismo una circunstancia atenuante". Pecados del ser humano...

Una vez también le pregunté a Ferrán Adriá qué era lo más importante cuando se está al frente de un equipo. Y me decía: "Sin lugar a dudas, dar ejemplo, lo que significa ser el primero en todo. No se puede exigir a los demás si uno no se exige en primer lugar a sí mismo".

Ejemplo, ejemplo, siempre ejemplo. "Educamos más por lo que somos y hacemos que por lo que decimos", decía el teólogo Romano Guardini. En la obra Utopía (1516) de Tomás Moro, se dice: "Si vos toleráis que vuestro pueblo esté mal educado y sus modales corruptos desde la infancia, y después los condenáis por los crímenes a los que su primitiva educación les ha abocado, se llega a la terrible conclusión de que primero los hacéis ladrones y los castigáis después".

Para acabar dos vídeos que ya hemos dejado aquí sobre la importancia del ejemplo. El primero de utilísima aplicación al mundo de la empresa: la diferencia entre tu despacho y el de tu jefe (tan común...); el segundo al de la educación: cómo los hijos copian a los padres (¿y nos quejamos?...). Aquí van:



* Hoy en Libros de Management (@librosdemanagem), una Entrevista con Helena López-Casares (@helenacasares), autora de Nadal: pasión y coraje y Equipos 10; y en Fútbol: Fenómeno de Fenómenos (@fenomdfenom), una Entrevista con Jorge Valdano tras su salida del Real Madrid.

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